NIGHT by REINHOLD ANDREAS
Yacen derrotados
nuestros cuerpos de agua,
convertidos ahora
en únicos soldados
vencidos
en la guerra de un beso interminable.
Rendidos
nos rendimos la mirada,
cuando las lenguas son
hambre del otro
que juega a fingir
la imposible saciedad,
pozo sin fondo,
acallado silencio.
Mi pubis,
del milagro de tus dedos es el eco-
Yo tiemblo, entre azucenas,
mientras la noche llega.
Qué hermoso, me encanta 🙂
Como siempre tus textos desprenden un sentimiento de carácter sensible, perceptible, sensitivo y afectivo. Siempre es un placer