IMAGEN PURA MARÍA GARCÍA
Olvidar es permitir la muerte
a las yemas blanquecinas de los dedos,
perder la luz alquilada a las pupilas,
malgastar la última bala del recuerdo
lanzándola al vacío donde el tiempo es silencio.
Olvidar es, de pronto, descender
a un mañana que no existe
mas que en la irónica promesa
de las dunas de esos días que se fueron.
Olvidar…
como busca olvidar cada ola a la marea,
en la imperdonable ignorancia de la espuma;
como los pájaros fingen huir de los aleros,
batiendo sus alas con esfuerzo;
como los niños dejan recogido en su memoria
el eco de una voz que les serena.
Olvidar es afirmar que somos nada,
reductores a lo absurdo de lo cierto,
ingratos deudores de ese ayer que nos persigue.
Olvidar es apretar los labios y callar
mientras fantasmas sin control
edifican en la mente sus siluetas.
Olvidar es un camino sin retorno que rechazo
porque tiempo de es de no olvidar
mas que al olvido.
Y si la herida antigua del recuerdo
me lleva a ti, nombre olvidado,
me empeñaré en olvidar
como lo hacen los que aman:
sin olvidar del todo,
sin recordar del todo…
Recordar es fácil y olvidar difícil. Vaya paradoja. Y saboreando tus palabras, puedo decirte que yo tampoco quiero olvidar.
Qué bonito lo que escribesss..! Alma bonita, tienes un interior sensible y fuerte, comprometido. Muchos besossss
Gracias alma de verso! Yo creo que ves en mí sensibilidad porque tú la sientes en ti, y eso es SINTONÍA.
Un beso y gracias por tu tiempo de lectura, Inma