
FOTOGRAFÍA de Pura María García
Se han enojado las abejas.
El movimiento de sus alas transparentes
acelera el aire
y la cadencia de la espera en esta calle.
En un banco, el hombre abre una bolsa.
Sumerge su arrugada mano
en la inmensidad del plástico blanco.
Busca una rama en la que sostenerse,
una roca,
una piedra lo suficientemente grande.
Busca una isla momentánea que será su refugio,
su escondite.
Roza entre sus dedos la piel de cristal sucio
que tiene su infame diosa.
La mira, con sus ojos perdidos
en recuerdos que ningún otro olvidaría.
El pasado le rodea, como una cerca.
El hombre busca el cuello de cristal,
los labios que, cada día le seducen.
Y bebe.
Otra vez bebe.
Bebe una vez más.
La botella le besa, cada día,
con besos inevitables,
repetidos.
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tots cerquem una branca
Així és…