DE REPENTE, UNA VERDAD…

FOTOGRAFÍA de Pura María García

Siempre he perseguido inmovilizar el movimiento, congelarlo en una forma física, darle a la gente y a las cosas esa grandiosa inmovilidad de la que solo son capaces los cataclismos y la muerte. Brassaï.

No podría abarcar,

exactamente,

el porqué de las preguntas que entretejes

descruzando

tu gesto.

Dudas.

Teorías.

Ejemplos subrayados por tus ojos

sobre lo ordinario

y lo poético…

De repente, una verdad a medio construirse

cruza tu frente

y te contempla.

Utiliza tu boca como atajo.

Te permites la brevedad de una pausa.

Me dices:

“Imagina que partimos de la idea…”

Y es la idea, sin que tú lo sepas,

quien te ha tomado como origen,

la que parte de ti

hacia la inconclusa búsqueda de un significado.

Se vuelve irrelevante, entonces,

si es el todo en la nada, o viceversa.

Las premisas, en su fugacidad, se desvanecen.

Sonreímos.

Tejido por las lenguas deviene nuestro propio corolario.