FOTOGRAFÍA de Pura María García
En el guión no estaba escrito
que una de las manos se rompiera
y los dedos llovieran sobre el suelo de plástico.
La boca se descuadró.
(El miedo nos empuja a afirmar con la cabeza
y desdecir al estómago que niega).
Yo fui niña.
Yo fui a una escuela pequeña
donde alguien me lanzó una piedra.
Y callé.
Y bajé la mirada para fingir que contaba
hormigas
negras.
Yo fui una escena en blanco.
Unos pies que no querían mantener nunca la calma.
Gozoso el andar, itinerar, sentir la espalda
no como espacio inamovible sobre el que dejar caer
lápidas de otros,
vidas de otros.
Otros.
Lápidas.
Espalda como espalda.
Para darla.
Alejarme en giro incomprensible.
Vuelta móvil
a la propia espalda.
Yo fui un cristal rugoso.
Una tabla de madera.
La baliza inservible en medio de la niebla.
Y una reflexión sobre lo irreal.
Y una pregunta.
Y un cuerpo que se volvía carne en noches
que buscaban la probabilidad de ser noches.
Fui una página. Y un ojo.
Y el surco de color que parió un hijo
y cientos de golondrinas
que nadie, jamás, verá en su vuelo.
Fui una fotografía.
Atrezzo.
Fui cosechadora de mi bilis,
mis espasmos,
los latidos.
Y un amor que me nació aquí,
donde ahora me señalo con el verso.
sentit, autèntic !
Ja saps…les paraules són la meua forma d’alenar.Gràcies per llegir-les!!
el que les diu i qui les rep
sentit, autèntic
¡Maravilloso! 👏👏👏
Gracias por tu tiempo de lectura! Un saludo
Hermoso ….WOW…..un saludo ….