FOTOGRAFÍA de Pura María García
Las horas previas a las horas.
Las palmas de las manos.
El aliento sencillo de mi boca entreabierta.
Los cajones vacíos de mi alma.
Un por qué desprovisto de silueta interrogante.
Un sí condicionado a la esperanza.
Esta voz que cada día te habla
con silabas de amor,
puntos suspensivos y nostalgia.
Mis años:
los perdidos;
los que dolieron;
los que hieren;
los que pronto fingirán darme la espalda.
La piel que desdice la tersura
que pretenden mis ojos.
El anochecer, lleno de miedos
danzantes,
eternos,
inexplicables, también, como fantasmas.
Mi pubis, despoblado de espuma.
Mi infértil vientre.
Mi corazón hastiado cuando, a ratos,
late al ritmo del mundo inexistente.
Poco queda en el bolsillo roto de mi cuerpo
para darte.
Solo lo que ves cuando amanece
y entornas la verde luz de tus ojos,
y me miras,
y callas,
y me besas
con un beso que quema mi cansancio vital
y lo deshace.
Magnifico poema, Pura!!!
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Fuerte abrazo.
Un abrazo!
Per tu no passa el temps
Passa la vida,no el temps.I la mesura del pas de la vida és viure i estimar.I als amics com tu,me’ls estime tant!