Fotografía de Pura María García
Entonces uní, entre la niebla,
todo lo que antes de tus labios hube descartado.
Pude saludar el lento gesto del amanecer
sobre el rocío fugaz de la mañana.
Fui capaz de reconocer mi sombra
sobre el agua imborrable de la noche.
Bebí de tu silencio
como hace el ave para sobrevivir a la tormenta.
Te desnudé la piel,
herida con la tristeza de las lunas omitidas.
Supe que una pequeña luz basta para derrotar
la melancolía que nos abate.
Ben cert que una petita llum pot derrotar la melangia.
M´agrada molt la imatge també.petons
Gràcies,Ferran!! Una abraçada ben gran
Delicioso poema! Un abrazo amiga mía!
¡¡¡Un beso grande de vuelta!!!