
FOTOGRAFÍA de Pura María García
Caen sobre nuestros cuerpos las derrotas diarias.
Hacen visibles el tiempo en nuestro rostro,
pero tú abres los ojos y se abre la mañana.
Mirarnos,
mientras el sol alza su vuelo incandescente,
es el muro que apuntala nuestros rasgos,
la protección invencible ante el sopor,
la nada,
los naufragios.
El azar no se equivocó.
La voz de nuestras manos le habla a la mañana.
Bello texto amiga, como siempre…Un abrazo!
en el día de Alea jacta est…palabras de amor (también)
Un abrazo bien grande
M’agrada el text i el equilibri de la llum de la imatge
Un petonàs!