FOTOGRAFÍA de Pura María García
“Tiempo como rueda, como flecha, como punto, es decir,
como ciclo repetitivo, como corriente irreversible,
como instante singular”
D. Jou
Tengo un nombre.
Un cuerpo.
La respuesta a una pregunta que no haces.
La prueba final
de la no existencia de la nada.
Del vientre del tiempo nace el instante
prófugo
que nos huye de ser el pronóstico acertado.
El ciclo se repite.
El viento azota los árboles frutales.
Aquí o allí, eso no importa,
el aliento da sentido a la memoria.
Observo el cielo enmascarado que nos cubre.
Todo parece fugaz, pero, aun así,
en su singularidad nos permanece.
Me tomas la mano. Sonríes.
No a mí, sino a la vida.
Foucault se libera de la abatida primavera
y un haz de luz
moja nuestros pies
mientras caminamos,
descalzos,
sobre una línea sepultada por la arena.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…