FOTOGRAFÍA de Pura María García
Será que la duda nos encierra
con su candado de preguntas
y sus llaves de aire.
Un impertinente y obstinado oleaje
inunda el vacío de las noches
en las que la duda, como un pez flotante,
muda sus escamas y su fulgor dormido.
Será que el timbre de su voz pretende ser audible,
que su lengua es un sable que nos rompe
en mitades inexactas.
Será que la duda, al fin y al cabo,
es el valiente resumen de la nada,
el término en que acaba la certeza
y cae extenuada tras fingirse.
La duda sabe del amor y de la ausencia,
de los acentos perdidos en las palabras nuevas,
del río sin agua en el que flotan, ocres, los otoños.
La duda es el envés de esta previsible primavera.
Todo cabe en su piel, mínima y extensa.
Todo sabe a su voz regresando circular,
al sí y al no,
cuando las sombras secuestran su silueta.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…