FOTOGRAFÍA de Pura María García
Si pudiera deshabitar
la convulsa silueta de madera
que siempre me rodea.
Derramar sobre la isla del ahora
el secreto de que nada hay después
de la metáfora cierta de tus ojos.
Si desapareciera el calendario,
y los callejones sin salida de la vida,
también partiría hacia ti,
hacia el mediodía de tus labios,
hacia el amar de la manera en la que aman
los que todo lo dieron,
los que en todo fue cierto,
los que hablaron el idioma de la espera.
Precioso poema y nostálgico el solo de trompeta…Siento que no me lleguen los avisos de tu publicación pero los leo, aunque mas tarde…Un abrazo!
A cualquier hora y momento…mis versos te esperan.Tambien yo disfruto de tus textos,eso es intercambio de VIDA!!Un abrazote!!
Me encanta!!
¡Qué bien que la sensibilidad hacia la poesía sea una «enfermedad» preciosa que nos una!
🖤💜❤️