FOTOGRAFÍA de Pura María García
Jamás reímos juntas.
Estabas en esa casa en la que el pasillo
asesinaba a la intención de entrar,
la de quedarse.
En continuo movimiento.
Peonza vacía.
Tus manos grandes,
hilos de madejas paridas a la antigua forma,
la de darse vida a través de otra vida.
Parasitismo heredado.
Obligación de nuestro sexo:
cadena de renuncias y de partos.
Mujeres tan iguales y, a la vez, tan distintas.
Tu queja.
Tu retahíla de reproches:
a él,
a nosotros,
al aire,
a ti misma, en tu silencio.
La niña se acercaba a tu rostro.
Una de tus manos parapetaba el amor.
La otra, golpeando, también lo desdecía.
No querías besos:
ni los de él,
ni los nuestros,
ni los del aire.
Tus labios de cristal roto.
La boca que amargueaba.
Tu lengua, en soledad, habitante de un túnel.
Ahora te observo
junto a la mesa redonda,
infinitamente pobre de futuro,
exigua en porvenires y mañanas.
Dices que pronto te irás, madre.
Yo siento que jamás has estado.
Brutal. Tot el que expressa m’ha posat la pell de gallina. I ho dius sense embuts.
M’entristeix
L:amor té també formes irregulars.Tot i això sóc qui sóc per les meues experiències.Eixa xiqueta,ara,se l’estima,a la mare.Fins i tot,compartim somriures alhora.Una abraçada
Me n’alegro que hagueu arribat en aquest punt❤️
Palabras desde las tripas. 👌
Gracias…
Gracias por tu lectura.
Así es, somos piel, tripas, corazón y palabra. (y creo que además, paisanos de La Vega Baja;)
Un abrazo
Pues un abrazo desde Almoradí 🤗
Saludos desde Almoradí 🤗😘