FOTOGRAFÍA de Pura María García
Así, cuando me observas
y dibujas concéntricas hipótesis
que terminan asfixiando a la mentira.
Así, del mismo modo que tu rostro
no teme mostrar tanto la claridad del día
como las inevitables sombras de la noche.
Así, cuando sitúas tus silencios
en el radio proximal de mis palabras;
cuando no hay más batallas que aquellas
que nos derrotaron a cada uno,
a cada hora,
a cada tanto,
en cada tramo parcial de la ciudad-camino.
Cuando llega el minuto en el que nada,
absolutamente nada, nos retiene
y somos las aves que jamás quisieron anidar
en rama alguna,
tus ojos de agua y lejanía
me desvelan el misterio de los días.
Arribat aquest punt sempre és millor que les aus emprenguin el vol
Hace tiempo que no publicas….Espero que estés bien amiga bloguera. Cuídate! Un abrazo
El trabajo y una lumbalgía nada poética me han hecho quedarme en el puerto sin versos…pero ya estoy en marcha.Un gran abrazo,compañera marinera!!!
Menos mal…Mientras no sea el ‘bichos…’😉
Com d’altres vegades, no sé si ben interpretat per part meva o no, el teu poema destila una certa tristor
Sí, mis versos sustentan, siempre, algo de tristeza. Es esa tristeza humana, atávica, de quien busca y se busca, insatisfecha, escarbándose las heridas, las propias y las ajenas.
La poesía es una boca osada, capaz de permitirse expresar la tristeza sin tristeza, sí. Y, pero, sin embargo, además y también, si ahora me miras observarás la sonrisa clara que habita, junto a la tristeza, en mi corazón humano. Un abrazo