Bailan la danza de las interrogaciones.
—¿Dónde está el hijo que no nació?
Los cuerpos serpentean. Penetran el espacio aún libre en el que viento late.
—¿En qué lugar yace, los párpados cerrados, la idea descartada?
Un pie. Otro pie. Pasos arbitrarios que siembran con cadencia el suelo antiguo.
—¿Por qué razón el pensamiento me circunda invencible?
Un giro. La mano que abre. El brazo ascendente y su círculo imaginario. Pincel de carne sobre el lienzo del aire.
—Lo andado, ¿huye despavorido de lo que resta o resta de lo futuro, adueñado del hoy con sus huellas perennes?
Bailan.
Las mujeres sin nombre toman el nombre de su danza.
Resuena la cítara y su salmo.
— ¿Llegará la libertad, un día, y atravesará el dique del silencio que, desde siempre, nos contiene?
Bailan. Danza sin preludio. Danza abierta a la mirada abierta.
Círculo de la razón en movimiento. Contracción de la pelvis, adherida a su ritmo de presagio.
Bailan con su vestido de lluvia, sus ojos de espera. Puntean el tambor diferente del tiempo de madera y arena.
Bailan.
Rasgan.
Mueven.
Conmueven a la noche, al alba y sus simientes.
Mujeres sin nombre toman el nombre de su danza.
Quanta vida té Gandia!!! I qui millor que tú per respondre als seus interrogants