Fotografía de Pura María García
El soñar encubierto.
Amontonadas, las siluetas humanas
exudan una tempestad interna que acallan.
Silencios.
Niños que cruzan el paso de peatones
desoyendo, desmirando
la barrera muda del miedo que no sienten.
No nos damos cuenta.
No queremos.
Nos buscamos para no decirnos.
Discutimos la hiel de la mañana,
la inutilidad de una insuficiencia cardiaca
y eufemística
que nos limita.
Me tengo que ir, nos decimos.
Postergamos el adiós hasta convertirlo en metáfora
y herida.
Así nos derrotamos.
Uno al otro.
El otro al uno.
Todos al uno,
La guerra diaria terminará con la inviolable caída del sol.
La imatge és una autèntica metàfora de com ens deixa, a algunes més que a d’altres la guerra diaria.
Petonets
Aquesta guerra…és massa diària,sí.Una aferrada
Encara que, si t’observes què és el que t’encalla, i en la reflexió d’observar, no t’impliques se’n va i l’endemà no hi ha insomni.
bona vesprada
Reblogueó esto en johncoyotey comentado:
Powerful words and thoughts shared.
Thanks so much!
You are welcome dear Maria. I enjoyed your work this morning.
I liked the honest tone and the hardness of the words. Our poor children. What do they see? Thank you dear Maria for sharing the outstanding poetry.