FOTOGRAFÍA de DOMINIQUE VAN EICKELS
El oleaje que extienden tus dedos
abre surcos de espuma
en la corpórea arena.
Acercarme.
Alejarme.
Difuminar mi piel acuática.
Recuperar la luz que encierran también las sombras.
Arquear la espalda ante tus labios.
Acercarme.
Alejarme.
Dulcemente, huir.
Huirte.
Encontrar de nuevo el insondable faro de tus ojos.
Permitir la deriva de mis manos.
Quan d’amor!!!
Sí,un mar d’amor, inmens i preciós!
Una abraçada
Come me´n alegro
Querida Pura. No dejas de emocionarme nunca. Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias, no por el halago (que también), sino por mostrar esa sensibilidad tan especial ante mis intentos de rozar, por un instante, el sentimiento. Un abrazo bien grande