FOTOGRAFÍA de Pura María García
Porque el mar arrastra
huellas que únicamente han quedado en su memoria,
ayeres inundados sin ninguna resistencia.
Costumbres que quedan como anclas
encalladas en el tiempo que se vanagloria de su paso.
Luces y sombras.
Intensos azules que deslumbran a la tarde,
la convierten en humana,
imperfecta.
El mar avanza y retrocede en su viaje infinito.
Me colma las arterias.
A él regreso,
a su complicidad de agua,
a su no saber sino de su inmensidad.
A él regreso,
a cada tanto,
para formar parte de sus invisibles ruinas.
És una bona manera, mirar enrere de tant en tant