FOTOGRAFÍA de Pura María García
“Las fotografías procuran pruebas. Algo que sabemos de oídas, pero de lo cual dudamos, parece demostrado cuando nos muestran una fotografía. En una versión de su utilidad, el registro de la cámara incrimina”. S. Sontag
Un pez sin aletas.
Instalado.
Alerta.
En el acuario de piel
que es cada rostro.
En alarma perpetua.
En zozobra absoluta.
Girando.
Parpadeando.
Descorriendo los velos
que se han detenido a cubrir cada cosa.
El ojo observador.
El capaz de desgranar
la silueta fingida
de cada silueta.
El raptor del movimiento.
Daga de hielo
clavada en lo observado
que congela.
Irrealmente
lo hace estático,
detenido,
flotante
en su iris de tiempo.
El ojo hacedor
del aparecer
y huir
de cada cosa.
Culpable de que otro
nos muestre lo distinto
adherido a su espalda.
Giro
el giro
volteado de su pupila hambrienta.
Abierto. Cerrado.
Sucumbido al sueño
en la vigilia.
El ojo sin tregua.
Ingrávida órbita ocular
donde permanece
el recuerdo
versionado
en una imagen lenta
que, tras trazarse,
des-
aparece,
huye
le-jos.
Ojo pez.
Ojo ave que revolotea los contornos hasta dibujar en el cerebro
la identidad, el nombre exacto de aquello que ve.
Ojo confuso, capaz de provocar una guerra cuando cree ver lo que no ve
o no quiere ver
lo que, para ser visto, se enfrenta a él.
Ojo.
Ojos.
Tus ojos.
Los ojos del otro
la muerte los cierra.
Independientemente de tu poesía, últimamente estas haciendo unas preciosas fotos. Un beso
Ese halago fotográfico,viniendo de un gran fotográfo es un regalo!! Abrazo grande,Juan!