FOTOGRAFÍA de Pura María García
Nos miramos las palmas de las manos.
Observamos la geografía invisible,
concreta
que nos delimita frente al otro,
sobre el mundo.
Buscamos en el horizonte plural
una línea que nos parezca única
y la hacemos
intransferible frontera:
el margen exclusivamente nuestro.
Como Sisifo, iniciamos, con un pie en el absurdo,
de nuevo el camino pseudónimo del nuevo.
Creemos que la acción nos ejecuta.
El sentimiento nos redime.
Los pasos que llevan nuestro nombre nos definen.
Erramos, en los dos sentidos propios
que esta palabra toma.
Ingenuamente pretendemos, sin lograrlo, comprendernos.
Evadir nuestro cuerpo del vacío.
Esquivar el hacha de lo perecedero,
la caducidad que espera a la vuelta de los días.
Creemos, absurdamente, que somos quienes somos.
Probablemente, sin embargo,
seamos solo aquello que aún nos falta.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…