FOTOGRAFÍA de Pura María García
Tengo apuntalada la esperanza.
Una pecera repleta de peces de tiempo.
Una contraseña caducada
para acceder a la nostalgia.
Los pies, limpios de huellas.
Una mirada que nace en ti
para observar la realidad, no como es,
sino como podría ser.
Tengo, como única posesión,
un poema que balbucea,
aún por acabar
DEJARON SU VOZ ESCRITA…