FOTOGRAFÍA de Pura María García
Pisadas, sílabas, discordias.
Arsenal hereditario de marcas de agua
que nos translucen la mirada.
Me observo, de reojo,
ahora que he sanado de la normalidad del estrabismo.
Soy un herbario de inexistentes flores.
La pecera sin agua
tintada con una luz que me desvela.
Desdigo el entonces,
el para qué
y sus consecuencias.
Con la lengua embarrada
apenas alcanzó a pronunciar la extensión
reducida de mi nombre.
Para que todo sea igual a lo que nunca ha sido
mi corazón de ave de paso
abre su indecible secreto a la mañana.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…