FOTOGRAFÍA de Pura María García
Ladeo la cabeza.
Están tus ojos.
Emergen desde fuera del paisaje del día.
Huyen, insatisfechas, las aves de la soledad
y la tristeza,
pues tus ojos aniquilan
el atisbo de oscuridad que busca posarse en la mañana.
Ladeo la cabeza.
Están tus ojos.
Tajantes.
Con esa esplendidez que les supura.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…