FOTOGRAFÍA de Pura María García
Posar la frente sobre un suelo imprevisto.
Reencarnarse hoja.
Sencillamente.
Onda del aire en un azar
que no es sino una cristalera
transparentando la esencia descarnada de las cosas.
Pensar que aún es posible
angular la recta línea de la vida.
Sumergirse
en el temblor infantil que toma la amplitud
del mar silente.
Hacer del norte un sur
en el que tender la mano a las auroras.
Quedarse.
Estar.
Deshacer el aire opaco.
Desnudar la boca ante otra boca.
Muy bello poema…Salud!!
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