FOTOGRAFÍA de ENMETÀ PHOTOS
Tiempo imposible
en el que las palabras se inmovilizan.
Permanecen en la cárcel de los labios,
recorriendo,
a cada tanto,
el corredor de la vida
sin llegar a la última puerta que lo cierra.
Frecuentemente
se oculta lo que ensangrienta la memoria
y se deja llover
lo que al parecer queda
(resto inmóvil
de la pobreza del recuerdo)
Finalmente,
todo se reduce a una pregunta
que se despliega múltiple;
a la locura simulada;
a no estar en uno mismo, sino afuera,
demencialmente ausente de quien somos.
Pesándonos
los pasos
tanto, o más,
que los caminos.
Entonces, se percibe cómo punza el hígado y te habla
con su voz de crónico dolor
que ensucia al alba.
Cada viernes, cada adiós, cada regreso.
Cada verja, y su óxido, su herrumbre.
Cada muro.
Cada tarde en la que se hacen tarde los abrazos.
Cada multitud, sumando soledades al vacío…
Es muy bueno y caliente!
Me encantó