FOTOGRAFÍA de Pura María García
“Porque en ti empieza, en tu comprenderme,
esta pequeña sublevación ante quien fui, y en realidad no soy.”
Ahora, desde el verso inicial
un yo que se desbruma en el invierno,
intenta mirar a ambos lados de mí misma,
dejar de ser, al fin, el caminante ciego.
Parece que sea cierto:
he olvidado mi verdadero nombre.
Aquel que resonaba en los incompasibles labios,
de la tormenta descargada
estratificando el corazón hasta anularlo.
Mas no hay culpabilidad en este olvido.
No hay disección del dolor,
muy al contrario.
En la cronología del amor no todo
tiene color o densidad.
Se nada y se naufraga en un oleaje de vacío.
Se es con un ser falsificado,
un ser uno distinto por el miedo
a que otros brazos no esperen a los nuestros
y la espalda,
esa sensación de unánime fracaso,
se convierta, de nuevo,
en la frontera persistente que limita
el deshabitado contorno de la médula del alma.
DEJARON SU VOZ ESCRITA…