FOTOGRAFÍA de Pura María García
El planeta de las páginas cortadas.
Las manos vendadas.
El inamovible calendario.
La cinta aislante sobre los besos.
La cuchara flotando en la sombra del plato.
Las excusas.
Las fotografías de lunes grises y apacibles.
El cartón empaquetando un corazón hastiado.
El pie, dubitativo, antes de pisar
la zona critica que antecede al hueso,
a lo vitalmente implacable.
La huida.
Ese planeta, en una invisible ceremonia,
será incinerado, cenizas de dios mediante,
en el tanatorio íntimo del yo en movimiento,
del yo conocedor de los extremos,
del yo dispuesto,
del yo una vez llegado a la exposición
de los propios miedos y las escasas fortalezas.
Queda usted invitado, por los versos
que le son ahora entregados,
a comprobar cómo arde el planeta que fui
y del que surjo con tanta reflexión como firmeza.
Se ruega puntualidad para asistir al citado acto.
(Los cadáveres de un ayer revisado y descartado
no pueden esperar en la morgue temporal de la memoria).
Serán aceptadas coronas funerarias
con frases sencillas,
libros en blanco
o postales de jardines.
El reparto de cenizas será realizado,
en prolongado silencio,
a todo aquel que demuestre, con pruebas subjetivas,
haber sido parte sustancial de mi camino.
Gracias a JOAN CHAMORRO, JAN DOMENECH y JOANA CASANOVA por permitirme utilizar esta preciosidad de composición para acompañar mi poema.
Hola Pura, me peleo una y otra vez para dejarte el ‘me gusta’ pero me resulta imposible…Te encontré en Twitter y lo hice ahí. No sé saldrá este comentario…
Tu poema me impresionó por su crudeza y sobre todo porque, desgraciadamente, estamos en la antesala de lo que dices. Un abrazo!
No te preocupes:te sé siempre presente! Un abrazo!!