FOTOGRAFÍA de Pura María García
Cuando, finalmente, te venza el poema,
en su amplitud total
y alcance la substancia vital
que te es más honda,
El poema exhalará por ti.
Dejará certidumbres pasajeras
flotando sobre la métrica
y el ritmo,
sobre tu afán de entendimiento,
sobre ti mismo.
Entonces se desplegará la celda en la que vives,
amurallado,
que es la vida.
Sentirás, no a través de las cosas,
sino de la palabra que es quejido
y guardas en el fondo de tu fondo,
cómo los presagios se derrumban,
cómo el poema, estando vivo,
te contagia una mirada diferente,
te lleva a mezclar en el matraz del verso
el ayer con las espirales del presente,
los olmos nuevos,
la flor violeta que aún crece entre las líneas
verdes de un campo imaginario.
Tus ojos beberán el vino fuerte
del verso y aparte,
ascendiendo a la cumbre de un lugar que no existe
y hallando, en el ascenso, todos los rastros que,
sin saber,
lleva tu piel
a su espala.
Cuando el poema te venza,
en su batalla incruenta
y nada tengas que hacer, sino dejarte mecer
por su estructura simple,
se manifestará el arrasamiento
de tu alma,
la prospección habrá llegado a su diana.
Y te cercará el goce
de ser quien es mirado
por los ojos ajenos a lo propio.
👏👏👏